NUESTRA HISTORIA

UN LUGAR DE PROPÓSITO

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Este lugar ha permanecido a través de los años como un faro de luz en medio de la oscuridad, los nombres, los años han cambiado pero lo que no ha cambiado ha sido el propósito de Dios al establecer en la ciudad de Newtown alrededor de los años 1869 – 1870 la construcción de una iglesia para EXALTAR SU NOMBRE, conviertiendose en la primera Iglesia Cristiana de Corona New York.

Su construcción fue completada el 15 de Mayo de 1873, posteriormente inagurada en Abril de 1874. Desde entonces ha sido una Iglesia Cristiana.

Dejando un legado de perseverancia en su santuario, el cual ha pasado de generación a generación y de esta manera las huellas de hombres valientes y devotos por hacer la voluntad de Dios llevando y dando a conocer la Bendita y Santa Palabra de Dios, han sido fiel testimonio de que cuando las cosas son de Dios su OBRA PERMANECE. 1 jn 2:17

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Sin lugar a duda, lo de Dios es fiel y para siempre como lo fue con nuestros hermanos en esta congregación; así nosotros El Amanecr de la Esperanza de Queens remontandonos al inicio de nuestra congregación, tendremos que ir al año 1994, cuando el Señor empezó a anunciar que había que levantar una iglesia en el condado de Queens, en medio de la oración sabatina del liderazgo de la iglesia “El Amanecer de la Esperanza” en el Bronx. De esta manera, se inició una intensa intercesión a favor de ese propósito. En una ocasión, el Espíritu Santo nos ordenó ir y rodear a este condado en oración, a fin de indicarnos el lugar dónde el Señor establecería su Reino, con nosotros como sus instrumentos.

En esa misión, un grupo de ministros (pastores y profetas), mientras orábamos, conducimos un vehículo por toda la periferia que rodea el condado de Queens, esperando que Dios nos señalara el lugar que Él había escogido para levantar su casa de oración. Fue en ese instante, en medio de una intercesión gloriosa, cuando el Espíritu Santo tomó la boca de uno de sus profetas y dijo: «Queens significa reina, ¡coronádmela!». Entonces entendimos que Dios nos llamaba al vecindario de Corona. Por lo cual, llegado el momento, el presbiterio, en la persona del pastor Juan Radhamés Fernández y el cuerpo de ancianos de la iglesia, imponiendo sus manos, apartaron, bendijeron y enviaron al pastor Francisco Sánchez (el cual también era anciano de dicha congregación), junto a su familia, a la obra para la que el Espíritu Santo los había llamado.

Pero como muchas cosas de Dios, según nos muestra la Palabra, fueron levantadas con gran dificultad, así empezó Dios a conformar esta iglesia en medio de gran oposición. Mientras nos reuníamos semanalmente en un hogar, mirábamos de lejos el área señalada, pues como la tierra prometida que los israelitas debían conquistar, también estaba habitada. Por donde quiera que mirábamos parecía imposible que pudiésemos levantar una obra en el lugar, sin desalojar primero para poder ocupar. Pasaban los años, hacíamos esfuerzos de ir a otras partes, pero todos fracasaban, mientras Dios seguía añadiendo miembros a la iglesia, a tal punto que ya fue imposible mantener las reuniones en un hogar. Mas, el Señor continuaba confirmando su Palabra a través de sueños y profecías, y sabemos que lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios (Lucas 18:27).
El tiempo transcurrió y en el año 2000, rentamos un local donde reunirnos, en otro vecindario, aunque seguíamos esperando en el Señor, pues no queríamos salirnos de su voluntad. Estando allí, Dios seguía anunciando que nuestra salida iba a ser pronta y sorpresiva, por lo tanto Él nos preparó para ese evento, a través de la palabra profética. Y efectivamente, llegado ese día, en una mañana de septiembre del 2005, se decidió nuestra transición del lugar donde estábamos al lugar del propósito, que es ahora donde perseveramos.

Primeramente llegamos a este lugar rentando, por una oportunidad que el Señor nos abrió, y justo en un año después, de una manera soberana y sobrenatural, sin nosotros tener ningún tipo de condición económica, Dios hizo un milagro, y terminamos siendo los dueños. Podemos decir que Dios cumplió fielmente lo que había prometido, dándonos el templo donde hoy adoramos. Por lo cual, si de una cosa tenemos nosotros una gran convicción es que estamos en el mismo centro de la voluntad de Dios. Este es una iglesia con “padre y madre”, nacida del corazón del Padre, a través del presbiterio de nuestra iglesia “madre” El Amanecer de la Esperanza del Bronx, cosa que nos complace, por lo que estamos felices y contentos de lo que Dios ha dicho y ha hecho en medio nuestro.

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Fue así como en el mes de octubre del 2006, el Señor nos sorprende abriéndonos la puerta para adquirir el edificio, y establecernos aquí como congregación, para que continuemos llevando la antorcha de su propósito en esta localidad, tal como lo hicieron los hermanos que nos antecedieron. Damos gracias a Dios por su gran misericordia y fidelidad, porque lo que anuncia lo cumple. Por eso, nos esforzamos en el Señor y guardamos con celo lo que Él ha puesto en nuestras manos como casa de oración y lugar de propósito, para crecer en fe y en el conocimiento del Dios Altísimo.