El Ministerio

El Ministerio

Dios gobierna a su pueblo a través de su siervo y Dios esta en su boca con su Palabra para dirigir a su pueblo (Ex.4:12-16). Dios lo llama su ungido y aun cuando se descalificare ante sus ojos; porque Dios nos muestra  que El no quita el llamado sino que el hombre se descalifica por su mayordomía incorrecta delante de Dios y conforme al llamamiento. Aun cuando el hombre se descalificare, Dios le da temor a su pueblo de no extender su mano contra el ungido de Jehová (1a. Samuel 24:6,10). Dios nos muestra hacer todas las cosas tal cual como Dios las revela en el corazón del siervo que escoge para que cada detalle de su obra sea exactamente como Dios lo quiere. Es total y absoluto consultar todo a Jehová, antes de hacer algo, Dios confirma todo lo que El aprueba. Por esto engendra en el corazón de su siervo, un deseo vehemente de buscar su rostro con temor reverente.

Dios es el que inspira la ministración de su Palabra, el púlpito es un lugar de compromiso, es un lugar de altura, no por su posición física, sino porque representa desde donde sale el consejo de Dios a su pueblo; no es una plataforma para que el hombre sea conocido, no es un lugar para que brille el hombre; es un lugar de compromiso con Dios. Cristo es el centro del mensaje, que siempre nos esta llamando a santidad, a temor, a entrega, a transparencia, a lealtad y fidelidad con Dios y con su ministerio. Nos llama a morir en Adan y a vivir en Cristo, a andar en el Espíritu porque la visión es espiritual.

Aun cuando el hombre se descalificare, Dios le da temor a su pueblo de no extender su mano contra el ungido de Jehová (1a. Samuel 24:6,10).